Quienes me conocen, saben de mi gusto por los videojuegos de computadoras y consolas. Mi demora en jugar este título se debió a la imposibilidad de contar con un buen equipo que soporte las gráficas de Doom 3.
Trailer del Doom 3.
Y es que el juego desarrollado por id Software aprovecha al máximo la potencia de esta generación de tarjetas gráficas. Fue en el 2005 que adquirí una PC con un buen hardware y conseguí Doom 3.
Como siempre fue mi hermano Giuliano quien pasó primero el juego. Cuando yo lo comencé a jugar me quedé atracado –tontamente- en un nivel. Por ese y otros motivos, no acabé Doom 3... hasta ayer, 09 de setiembre del 2006.
Sin embargo, las ganas de jugar de nuevo este impresionante título tuvieron su origen en una decepción. Semanas antes, mi amigo José Ventocilla y yo vimos ‘Doom, la película’. Me habían advertido de no hacerlo y sí que tenían razón las amistades que me dieron tal consejo.
La cinta en cuestión realmente apesta. Ni siquiera ‘La Roca’ salva esta mala adaptación de la saga Doom. La trama no es fiel a la de los videojuegos y apenas si adapta su dinámica, salvo en la escena previa al final en la que Karl Urban entra en un estado parecido al ‘berserker’.
No soy de quedarme dormido en las películas, pero esta vez ¡sí que lo hice! Lo único bueno del DVD que alquilamos fue un extra: un pequeño documental sobre el primer Doom, sus demás versiones y su papel en la historia de los videojuegos. Como diría el cómico Melcochita: ¡No lo veas!
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