Los limeños pernoctaron en las calles. Imagen tomada de Peru21.com Estaba en mi casa, jugando Legend of Zelda: Ocarina of Time en mi PC. Arriba, mi abuela ordenaba la ropa recién planchada y mi abuelo veía la tele. En el patio, mi papá jugaba con mi sobrina Xiomi y, mi madre, hacía instantes que había salido a pagar una cuenta. Dieron las 6:40 y mi pantalla comenzó a temblar. Pensé que el temblor iba a pasar, pero no. Mi Messenger se desconectó. Mi papá ya estaba debajo del dintel con su nieta. Fueron varias las réplicas luego del terremoto. Imagen tomada de Peru21.com Subí inmediatamente a ver a mi abuela, quien le tiene pavor a los temblores. Ella recién se había dado cuenta del sismo. Traté de tranquilizarla, pero la casa comenzó a tambalearse. La llevé al dintel del cuarto más cercano y la abracé. “Ya va a pasar”, le decía, tratando también de tranquilizarme. Estaba demasiado nerviosa y sentía su corazón latir con rapidez. Mi abuelo estaba en el dintel del baño. “Vieja, tranquila”
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