
No crean que quien escribe este blog es un irredento peruposibilista que ha ganado un puesto en el aparato estatal. Gracias a nuestro mandatario, en las próximas elecciones votaré con una conciencia mayor.
La reciente crisis política, desatada por un frívolo e irresponsable Alejandro Toledo hace cerca de una semana, -sí, ya sé, un blogero respetable habría escrito ni muy bien iniciado el pandemonium- me hizo maldecir el haber votado por Toledo Manrique en las elecciones del 2001.
Hasta esa fecha, solo me lamentaba el haber elegido al economista de Stanford. Toledo demostró, al nombrar a Fernando Olivera como canciller, que es un inepto en cuanto a materia de gobierno se refiere.
Si bien el ahora ex primer ministro Carlos Ferrero les aguó la fiesta a ambos con su abrupta dimisión al cargo, aún no me pasa el sabor amargo dejado por la torpe decisión de Toledo Manrique de poner a su aliado político frente a Torre Tagle.
La reciente designación de Pedro Pablo Kuczynski como primer ministro calmó un poco las aguas, pero hay que estar alertas a la gestión de los nuevos titulares ministeriales que conforman su gabinete y que pertenecen a Perú Posible o tienen relación alguna con el partido de la Chakana.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog se reserva el derecho de filtrar los comentarios. Se acepta la crítica, pero alturada y, siempre cuando, sea suscrita con nombre y apellido.